Antiguo juego

Tranquilo, mi amor.
Volverás a caer.
Volverás a querer abandonarte
en ese cuerpo que dice antojársete ajeno
pero que no lo es.

Tranquilo, volverás a mentirte.
Y volverás a jugar tus bobos juegos conmigo.
Creerás que mi bondad es infinita.
No recordarás mi inteligencia.

Tranquilo, mi amor.
No es a mi a quien tienes que calmar.
Es a tu miedo,
a tus pulsiones,
a tu irrefrenable odio hacia ti mismo.

Sólo te pido una cosa: no me hagas cómplice.

Fotografía por Martin Canova