Sabes, me haces tener un anclaje, un anclaje bueno; cuando voy a Acapulco me encante meterme a nadar de noche a la alberca,ponerme a flotar, cubrir mis oídos con el agua de la alberca y ver las estrellas, verlas por alrededor de 10, 15 minutos; en ese momento nada me importa, más que concentrarme en el leve sonido del agua reaccionando al movimiento y el inmenso cielo que ante mis ojos tengo; imagino tantas cosas, tantas vidas, analizo el momento y a las personas de mi vida, y si, también estas tu en mi mente, en ese momento siento tanto, puedo sentir en mi piel la emoción de la vida, la emoción del vivir, la sensación del agua haciéndome vivir e inspirándome. Para mi, ese momento es mágico y nada lo reemplaza.
Quiero decirte, que muchas veces no necesito irme a Acapulco para sentirme así, pues estar contigo es como el agua tibia en cada parte de mi cuerpo, es como mirar el inmenso cielo y sentirme agradecida, es disfrutar la fiesta de la vida tomada de tu mano, es un viaje permanente a mi Acapulco que me inspira…

Fotografía por TolikTolik TolikTolik