A veces su marea es alta y a veces baja,
Es frío, templado o caliente; es impredecible,
Corremos hacía el o de él,
Es infinito y misterioso,
Nítido, obscuro o turbio,
Peligroso y maravilloso,
Resulta imposible comprenderlo completamente,
Y al verlo me doy cuenta que no se debe de entenderlo todo,
Porque sigo sin saber si hablo del mar o de amar.