A la luz del sol, bajo el manto de cada nube sin que las luces nos alcanzaran, ahí tenía que mirarte, nuestro entorno a diario era un caos.
¿Sabes? Nunca fue parte de mis deseos. La situación idónea contigo era estar entre tus brazos, tú besando mi frente con los ojos cerrados robándome el corazón.
Los mejores recuerdos que tengo en mi alma, a sinceridad, era pasar mi vida entre tus brazos sin importar más, ver caer la tarde entre tus caderas.

“A ti no falta quien te mire…”

Estoy consciente de lo errante de mi psique, que mis actos y mis sentimientos eran dicotómicos, me esforcé por deshacer el zurcido de nuestras almas. Sé que el cansancio llegó a parecer al de un día largo, al de una vida larga. Sé que estaba lleno de miedo, miedo a que me lastimaras y entrar en un limbo, a que te fueras.
Si no estás conmigo la vida me consume.
Todas esas veces que mi boca se abrió para decir golpes de ira sin sentido… a veces perdía la cabeza, pero a cada palabra nunca te dejé de amar, sé que son palabras irreversibles que te hacían huir. Hasta que me olvidaste y cortaste el hilo rojo me terminé de romper.
En tu corazón ya soy nada.
No fue sólo mi culpa.

“Discúlpame porque nos hicimos esto…”
A cada herida, un muro, a cada lágrima un sendero de espinas, las palabras…dicen que no he sido lo que quisiste, que no soy una mente ingeniosa, pues yo solo soy un creativo. Creo que no pude controlar todo eso que masacraba mi autoestima y comencé a berrear cada vez con más miedo, cada vez con más dolor hasta que llegué a insultarte y aun así me mirabas.
Hasta el cielo sabe que te amé, que te amo.

“Hay cosas que es mejor no decirlas…”

No tendríamos que lastimarnos si es que en verdad nos amamos, pero todo se tergiverso en una combinación de odio y amor a raíz de cada fracaso. En mi estúpida forma de ya no querer hacerte daño. Te alejé, pero nunca dejando de pensarte, de sentirte.
A lo largo del tiempo me enfoqué en avanzar por avanzar, sin querer dar un paso más perdiendo el sentido a la vida, a la bella vida… vivirla a tu lado era alucinante, eras el sol de mi vida. Quiero dejar de sentir que me haces falta porque solo con tus brazos puede latir mi corazón que nunca te olvidará.

“No puedo vivir la vida sin ti, jamás quise decirte adiós…”

Sabía que en algún momento estaríamos juntos, pero ese momento se pasó frente a nuestros ojos, frente a nuestra párvula vida. Sé que debí decirte a diario que te amo, pero ya no tiene sentido, de nosotros no queda nada. Eras mi chica ideal, mi historia fantástica, por siempre y para siempre.

Siempre quise que fueras tú la persona que sintiera mi último aliento y de ser posible ser tú quién me matara.

Quería que fuese así porque no soportaría perderte. No lo estoy soportando, estoy llegando a mi límite.

“En la versión de Caperucita el lobo siempre va a ser el malo”

No tengo problema con ser el malo en las historias que cuentas y tú la mártir. El peor error de las personas es vivir del qué dirán. Recuerda que este amor lo compartimos, que estos errores los construimos juntos, pero vuelve… por favor vuelve porque también juntos podemos solucionarlo.

“Toma mi mano una última vez como si existiera el amor eterno…”

Prefiero pedir perdón…perdón por todas las cosas que no dije, quiero mostrarme vulnerable por las veces que te lastimé, que me volví la rabia personificada. Mi deseo más grande es volver el tiempo porque eres tú o nadie.
Quisiera tener la madurez de aceptar que esto no está bien, esto me duele, aceptar que es enfermo despedirse, y volver una y otra vez, cada vez más necios, cada vez más crueles, pero sin dejar de amarnos. Siempre que vuelves me enamoro más de ti, trato de no hacerlo.

“No conozco a nadie que me hiciera tan feliz al punto de doler…”

Siempre me vas a doler, a cada memoria, a cada recuerdo.
Todo lo que hacía era para que existieras en mi vida, para gustarte, para que me miraras porque el universo podía existir entre esos nuestros labios y ahora sin ti soy nadie.
Este amor no puede huir de donde lo creamos… Este amor lacerante, tibio y senil que a pesar de ser tan fuerte pasó por esa transición de miedo a la rabia, de la rabia al odio y del odio al dolor para culminar en sufrimiento.

Fue todo por esta vida amada mía, abrázame y siente como tiemblo, me siento tan solo pero quizá en la siguiente vida nos volvamos a encontrar. Esta despedida se siente tan fría. Sólo que si fue la última vez quisiera que me perdonaras porque te amaré más que a mi vida siempre.

Siempre…