Un hotel un ratito
cama nube
almohada dorada.
Un vape de caracol
y una pachequiza.
No hubo alcohol en la Juárez
después de media noche.
Le dimos unas vueltas
caminando
a la ciudad vacía.
Nos sentamos en las escaleras
del lobby
una familia nos interceptó
como si fueran nuestros primos
nos abrazamos todos
en esa especie de fiesta
madrugada
y brindis.
Antes de apagar la luz
sacamos el tarot en la cama nube.
Luego se prendió la oscuridad
y nos dimos caricias como cachorros
tristes y solos
que por dos horas no iban a estarlo.
Lamidas de estrobo,
y la alarma sonó.
Caminamos somnolientos
por los pasillos del palacio hotel
y nos trepamos al elevador
transparente.
No reconocemos el lobby de día,
los cuerpos de día
la noche de anoche
fue un vórtex
lindo y fugaz.
Nos desvanecimos
en el Uber y en la calle ruidosa
molesta e insensible.
Regresamos a ser mamá,
papá, a lavar ropa
y a escribir y cantar sobre esos vórtex
lindos y fugaces que nos mantienen
en estos lobbies nocturnos
familiares, festivos y dorados
como la almohada dorada
que compartimos.

Escribo. Tengo un centro cultural @heladooculto.
Tour / Personal manager.
CM. Imagen Pública.