Cuéntanos un poco sobre ti y cómo te iniciaste en la fotografía. ¿Qué te inspiró a comenzar a hacer fotos?
Soy asmático, y mis recuerdos más profundos de la infancia son en solitario, jugando o en el hospital debido a las crisis que llegué a tener.
Mi primer acercamiento a la fotografía fue a través de mi tío en fotos de sus viajes en montañas y cuevas, siempre diapositivas. Él era alpinista y espeleólogo.
Después en la universidad empecé la fotografía análoga como una de mis materias. Ahí me enamoré del proceso químico.
Como todos, más delante, tuve una cámara digital, pero siempre sentí que le faltaba algo. Fue hasta el 2020, cuando quise retratar la vida en cautiverio. La cotidianeidad de mi casa me inspiraba a tratar de mantener un diario de mis días. El volver a salir a las calles me motivó a retomar esa soledad y fotografiar cómo eran los días de los extraños. Fue ahí cuando quise dejarlos plasmados en 35mm.
Cada quien tiene un estilo único. ¿Puedes describir cómo definirías tu estilo y qué elementos visuales o conceptuales lo caracterizan?
Mi estilo, sin lugar a dudas, es la fotografía callejera. Atrapar momentos que se dan segundo a segundo sin que nadie pueda atestiguarlos me hace recordar que todo existe aunque no haya quién pueda verlo. Los elementos principales que habitan en mis fotos son las personas en momentos de naturalidad. Alguien que desayuna o que ríe o que platica para mí es la esencia humana.
La fotografía tiene el poder de contar historias y transmitir emociones. ¿Puedes compartir una experiencia en la que una de tus fotografías haya tenido un impacto significativo en las personas o en ti mismx?
Durante los primeros años de la fotografía se creyó que ésta podía robar el alma de las personas porque nadie estaba acostumbrado a ver su imagen plasmada en un papel. Sabemos que eso es imposible pero uno de los mayores atributos de un retrato, creo yo, es captar la naturaleza de una persona, lo más cercano a su alma. Hago pocos retratos pero cuando los hago, regularmente es desde el corazón así que solo hago fotos a gente con quien siento un vínculo profundo. En los últimos meses he retratado constantemente a alguien que quiero mucho y gracias a estos retratos he logrado que pueda apreciar algo que ni quisiera ella sabía que existía en sí misma.
¿Cuál ha sido tu proyecto fotográfico más desafiante hasta la fecha y por qué?
No tengo como tal un proyecto hecho pero la serie de fotografías más difíciles que he tirado fue en un viaje a Nueva York a meses de divorciarme. Viajé en depresión y constantes ataques de ansiedad los cuales solo mermaban cuando tenía la cámara en las manos y podía salir, en solitario, a caminar y capturar el mundo a mi alrededor. Estas fotografías son sinónimo de tristeza y belleza por lo que tengo la intención de hacer un slideshow con éstas y, de esta manera, dar un punto final a un momento que fue de mi vida.
La tecnología y las herramientas de edición de fotos están en constante evolución. ¿Puedes hablarnos sobre las técnicas y equipos que consideras esenciales para tu trabajo?
Aquí voy a sonar como alguien muy purista porque en realidad solo tiro en 35mm. Así que las únicas herramientas como tal que uso son Lightroom y Photoshop meramente como pulcritud en las fotos y para jugar un poco con el contaste de las mismas ya que intento mantenerlas lo más cercano al producto final del revelado.
Hay muchos géneros en la fotografía, desde retratos hasta fotografía de naturaleza. ¿Tienes un género favorito en el que te sientas más cómodx o que disfrutes más fotografiar? ¿Por qué?
Mi género favorito es la fotografía de calle. Y justamente es en la calle donde me siento más cómodo a la hora de hacer foto. Mi comodidad recae en el hecho de que al estar rodeado de tantas personas te vuelves invisible incluso aunque traigas una cámara en las manos o pegada al ojo. La gente vive a una velocidad tal que no se pueden tomar el tiempo de ver todo lo que sucede a su alrededor. Cosa que yo hago, detenerme, observar y congelar el tiempo.
¿Puedes compartir una anécdota interesante o inusual que hayas experimentado mientras hacías fotografías?
Una regla personal que sigo es no tomar fotos de personas en situaciones de vulnerabilidad. Desde alguien que duerme apaciblemente en la calle hasta la gente que busca el sustento diario pidiendo dinero en las calles. Sin embargo, en una ocasión, al salir de una tienda, una persona en situación de calle me vio la cámara colgada e inmediatamente me habló “Hey, hey, amigo, mira, tómame una foto así”, acto seguido posó para que lo retratara. Aunque por un instante dudé en hacerlo, tengo la creencia de que todos deberíamos ser conservados en un momento que deseemos y para él, ese momento fue ese, así que lo retraté y, semanas después, compartí esa foto en mi feed de Instagram porque él deseaba que su imagen fuera vista por alguien más.
Muchos fotógrafos encuentran inspiración en otros artistas visuales o en la vida cotidiana. ¿Cuáles son algunas de tus fuentes de inspiración?
Mis mayores fuentes de inspiración siempre serán la música y la literatura. Pensar en fotos como cuentos que suceden o tal vez poemas que no se escriben pero se ven. Al salir a tirar intento escuchar música que me haga entrar en un trance, cosa que hago también cuando escribo, de esa forma creo un ritmo y me dejo llevar por éste. También me inspira mucho la escuela japonesa de foto de calle. Daido Moriyama o Tatsuo Suzuki son, para mí, de los mejores exponentes y los que más me atraen visualmente.
La fotografía es un medio visual, pero a menudo también tiene un trasfondo conceptual. ¿Has trabajado en proyectos fotográficos que aborden temas o conceptos específicos? ¿Puedes compartir información sobre uno de esos proyectos?
Hace muchos años, en la universidad, me pidieron leer una novela y después hacer fotos inspiradas en lo que ésta me hubiese hecho sentir. La verdad no recuerdo exactamente cómo fueron las fotos pero el día que las hice me acompañó una amiga que fue mi modelo y también recuerdo que fue una tarde noche lluviosa en la Plaza de las Tres Culturas en Tlatelolco.
¿Qué te inspira a la hora de crear nuevas imágenes? ¿Tienes algún ritual o proceso creativo que sigas para encontrar inspiración?
Los seres humanos podemos tener los actos de crueldad y maldad más grandes del mundo y a la vez, en contraparte, los actos de bondad y amor más profundos. Estas dos aristas me hacen salir y buscar ambos. Una pelea, un beso, un grito, un abrazo, la risa o el llanto. Encontrar todo esto en la calle me motiva a salir y buscarlo.
Mi único ritual es cargar la cámara con un rollo en blanco y negro, pensar en algún lugar concurrido y dejar que el lente se convierta en mi tercer ojo.
Para lxs aspirantes a fotógrafxs que puedan estar leyendo esta entrevista, ¿cuál es el consejo más valioso que has recibido en tu carrera o que te gustaría compartir con ellxs?
El mejor consejo que me llegaron a dar alguna vez y todavía tengo muy presente es que ojalá que cuando la inspiración te llegue, te agarre trabajando. Para mí lo esencial, si se desea tomar fotos, es hacer fotos. No todas saldrán bien, en su mayoría encontraremos cosas que no nos gusten pero eso no significa desistir. Hay que seguir y seguir y seguir. En algún momento veremos en una pantalla o en un negativo algo que nos dará orgullo y sabremos que vamos por buen camino.
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@chappin.clicks
Escritor y fotógrafo. Creo en la revolución de las máquinas y que la vida sin café y mi bici no vale la pena ser vivida.