Ya no quedan huecos en los que quepan las preguntas, la ausencia o el egoísmo.
Hoy me toca soltar y aceptar, amarte a la distancia y en sigilo, guardarte en lo inmutable;
saber que nuestro ser está conectado y crezco junto contigo, aunque ya no estés.
Cada día agradezco tu existencia, tu amor inagotable y la bondad que se te desborda del alma.
Te manifiestas como luz y te encuentro en las flores.
Hoy comprendo que el acto de amor más grande es dejar ir.
Fotografía por Alberto Polo Iañez.
He pensado en quemar mi cama pero no tendría dónde dormir.
Que cansancio ser. La vida y yo no nos llevamos bien.