Era la entrevista a la que menos quería asistir
pero algo dentro de mí me obligó a ir…
¿Por qué?
- Llegué, edificio viejo, sexto piso, se abren las puertas de elevador, estás tú. Te recuerdo como de toda la vida.
- Me esmero en conseguir ese trabajo solo por tener la dicha de verte todos los días, lo logro.
- Comienzan las jornadas, olvido a lo que iba y me concentro en acercarme a ti.
- Pasan 2 semanas y ya somos amigos. Juntos todo el tiempo.
- Mi día se resume en 3 cosas;
-
Quizzes de Buzzfeed, ir al Oxxo y ver Rick y Morty.
-
Las 3 contigo, justo como quería.
- Un Sábado llega, me indirecteas que salgamos, vamos a Liverpool a pagar tu tarjeta, nos la pasamos bien y me llevas a mi casa.
- Te invito a pasar, terminamos desnudos. Tu cansado y yo enamorada. Primer strike.
- Continuan los días en que somos “amigos” pero al llegar a mi casa nos convertimos en amantes. Pasa el tiempo y nada cambia. No sé porqué.
- Un día lo descubro, me habla ella, tu “pasado” resulta que es tu presente. Segundo strike.
- Me enojo, te odio, me alejo.
- No pasa ni un mes y regresas. Te amo, me encantas.
- Decides irte a Canadá. Acepto volver porque eventualmente te iras. 10 días felices, 10 días nuestros.
- Te vas. 4564.9 km nos separan ahora. Lloro. Tercer strike… ponchado ¿O no?
- Seguimos hablando. Somos todo y a la vez nada. Ha pasado un año ya desde que comenzamos este juego sin final y del que no me canso.
- Te pregunto que somos:
Amigos,
contestas.
- Fin.
Fotografía por Pierre Wayser