Oigo incluso las risas de los felices

Las risas de las mujeres y sus hombres

Oigo el agua

Y las noches que paso pensando en ti

Y la tristeza se hace tan grande

Que la oigo en mi reloj.

Se vuelve lágrimas en mi rostro

Se vuelve papel sobre el suelo

Se vuelve poemas sin terminar

Un ticket del supermercado

Zapatos desgastados

Y una mirada de melancolía.

Poco importa

Poco amor, de hecho, nada de amor

o poca vida.

No es tan malo

Creo que nací quebrado, roto

Yo nací para eso

Nací para contemplar a la muerte a los ojos.