Tú me haces sentir en otro mundo…

Uno donde la madurez se demuestra con indiferencia,
donde la sinceridad no existe y
las personas saben utilizarse sin remordimientos.

Aquí todo el mundo pasea de la mano de alguien mientras
jura amor eterno al remitente del nuevo mensaje.

No está mal olvidarse de los cumpleaños
o complacer ordenes de terceros.

No le llores, no le extrañes, no le llames…
El primero que rompa estas reglas pierde y es juzgado.

Aprendes a mentir viendo a los ojos,
haces planes para toda la vida con quien brindas de noche,
y le dices lo increíble y mágica que es con la que te levantas de la cama.

El amor aquí no existe, o sí a obscuras y después del sexo.

Entre tantas versiones de cuentos de amor moderno me atreví a pensar
que lo había logrado.

Ahora en éste lugar donde me dejaste, me declaro culpable.
No supe jugar hasta el final, no seguí las reglas.

Y estoy condenada a pedir perdón por haberte querido…

Fotografía por: Li Guanqun