Lucy ha aprendido ha aceptar las cosas que no le gustan,
pero le gustaría que le gustaran.
– Me gustaría que me gustara el café sin azúcar, Henry,
pero no me gusta.
Le gustaría que le gustara ser más activa, Henry,
pero no le gusta.
– Me gustaría que me gustara estar con gente todo el tiempo, Henry,
pero no me gusta.
Le gustaría que le gustara hablar por teléfono, Henry,
pero no le gusta.
– ¿Por qué te gustaría que te gustaran esas cosas, Lucy?
– Porque forman parte de la idea de la persona que me gustaría ser, Henry,
pero no soy.
Fotografía por Martin Canova
Escribo y tomo fotos y tomo fotos y escribo.