Ahora mismo estoy pensando en los versos que le recitas a la luna cuando te proclamas poeta.

Te reto a duelo sin espada, pero también sin armadura…

Te reto a desnudarte, quitarte todas las capas de piel; a abrir los brazos ante todas las flechas y disponerte a la derrota con tu mejor  gesto.

¿A qué le temes?,

¿Qué queda de nosotros cuando ya hemos besado la muerte?,

¿Qué se esconde tras las lágrimas que congelas?,

¿De qué te ocultas, de ti mismo, de los otros, de tu reflejo en otros?

Fotografía: Clothilde Pasquier