El juego de mi paradoja

Mientras con una parte de mí llevo la cuenta de los días, la otra no quiere pensar.

Rutina diaria como método de salvación. Comienzo a ahogarme. Me hundí.

Trato de perpetuar los pensamientos que no sean color gris.

El aroma y la luz del sol que me lleven a descansar.

Sigo.

Camino, corro, vuelo. Sigo.

Logro, subo, respiro. Sigo.

Nada volverá a ser como antes. No saldrá igual que ayer el sol.

Nadie puede lidiar con las emociones mal planeadas. Nadie con el daño que causan.

Más vale no dejar que los cuervos marquen el ritmo. Se debe luchar para seguir.

Tropezando, tambaleando. Vale la pena el olor a lluvia. Los pies llenos de tierra.

Con una parte de mí pienso, cargo y llevo el tiempo. La otra congela momentos.

Medida de tiempo, sin tiempo.

Instante, perpetuo.

Fotografía: Clothilde Pasquier