Contigo ignore mis principios. Rompí mis propias reglas. No eras mi tipo, y sin embargo llegaste tan lejos como pudiste. Llegaste para quedarte y al final no lo hiciste, mientras sonreías, siendo tu y sin saberlo. Más y más me perdía en tu sonrisa. Debi detener todo cuando aún podía. Sabía que en casos extremos. Volverían a doler las fibras íntimas. Tú, eres ese caso extremo. Lo digo ahora con el coraje que me tengo por mirar una y mil veces tus labios, y las mil veces que me acobarde para besarlos. Una cobardia que me duele hasta el alma. Tú sabes que es mi más grande miedo. Tú sabes. Que me moría de ganas por hacerlo. Tú sabes que detrás de tus anteojos. Había un Chispita de fe que me alentaba a intentarlo. Al menos eso creía. Y falle. No Quisiera tener todos tus requisitos. Quien es perfecto? Quisiera que ser yo llenara un hueco que te complemente con felicidad por qué tengo mucho que ofrecerte mucho más que solo poder escucharte y que con eso supieras que no sería como el resto. Te quiero a ti. Y con esa excusa quisiera salir de tu molde. Quise que tomaras el riesgo. Pero otra vez y como siempre, no siempre pasa lo que uno quiere. Ahora eres mi tango triste. Ahora eres lo que creí que ya no iba a dolerme. Creí que había dejado atrás el llanto que el desamor provoca. Que el corazón ya no podía romperse. Creí que había una pequeña parte en ti que quería intentarlo, creí que en ti ganaría el riesgo de la prudencia. Creí que para ti valía la pena. Y me duele creer erróneamente una vez más. Y el corazón por tus sinceras palabras. Y lo peor es que creo que si quererlo. Has tomado una errónea decisión. Y no te entiendo. Pero supongo que me toca respetarte a ti a tus palabras, tus decisiones y tus principios. Yo fui el que ignoro los míos. Y te respeto, y te admiro por no romper tus reglas. Y admiro por romper las mías.

Fotografía por TolikTolik TolikTolik