Estaba en un
paseo infinito en carrusel —

lo suficientemente agradable
al principio,

hasta que el
subir y bajar
subir y bajar

no se detuvo;

giró con una velocidad
que parecía exceder
la luz

//

Pensé que el operador
eventualmente
la apagaría

pero no

intenté rogarle, le dije que
tenía una vida afuera de aquí

y eso solo pareció alimentarlo

//

después de un tiempo, me di cuenta
de que ya no me quedaba más que
aceptar mi destino

pero luego un día, la máquina
comenzó a descomponerse

mientras se alentaba mientras ralentizaba y chillaba,
supe que tenía que
ejecutar mi gran escape

salté del caballo de metal
y corrí

el operador se echó a correr tras de mí—
sus ojos llorosos de la hinchazón,
su cara volviéndose roja

//

eventualmente,
me detuve para recuperar el aliento

pero luego miré a mi alrededor,
la tierra era estéril
en cada dirección

me di cuenta
que había pasado tanto tiempo

que ya no había nada
a que regresar

así que me di la vuelta
a enfrentar al operador.

Fotografía: Sebastián Pérez Rivera